domingo, 25 de julio de 2010

Entrevista con el vampiro

A propósito de la conversación mantenida con mi único seguidor, memoria viva de mi obra eximia, que a buen seguro, tras mi muerte, reclamará el nobel a título póstumo para la pluma (o teclas, que la tecnología muda los hábitos y exige revisar el léxico) más notable desde Sánchez Ferlosio de todas las Españas, etc, etc.
Bueno, como decíamos ayer, el film de Neil Jordan se beneficia de una atmósfera sombría, un ritmo narrativo pausado pero sin altibajos y una notable interpretación del más célebre seguidor de la iglesia de la cienciología, a saber, Tom Cruise, en un registro inesperado al que regresaría con los mismos buenos resultados en la magnífica Collateral de Michael Mann. Enacarnando a un vampiro despiadado o no, según se mire, pues, como él dice, se encuentran en la cúspide de la pirámide alimenticia y de igual modo que para un humano no es conflictivo morlmente devorar una res, ¿por qué habría de ser para un nosferatu alimentarse de un humano? Quizá porque el vampiro fue humano, quizá por apego a esta humanidad fugitiva que perdura como un recuerdo lejano al que el personaje de Brad Pitt muetra un apego inusual. A la postre, tras su paso por París y conocimiento de la comunidad de vampiros allí domiciliada, ese reducto de humanidad será un precioso tesoro que le permite sobrevivir.
Los demás vampiros sucumben por su falta de valores, por eso Louis resulta atractivo a los ojos de Armand (Antonio Banderas) porque ve en él algo de lo que sus compañeros carecen, algo puro que lo salva de la decadencia, del tedium vitae, porque el vampiro es inmortal, pero ningún proyecto vital resulta viable y más a largo plazo (la vida de un vampiro se cuenta en siglos) sin un proyecto moral, consagrándose tan solo a las necesidades fisiológicas, que nos atan a nuestro lado más animal.
El hombre nace con existencia, la esencia la construye a lo largo de su vida, Sartre dixit.
El film de Jordan, basado en la novela de Ann Rice, se gestó al socaire del éxito del Drácula de Francis Coppola, que despertó el interés por los mitos clásicos del género. Entrevista con el vampiro sigue siendo la última gran película de vampiros realizada, esperemos que el panorama cambie, aunque si nos atenemos a las últimas muestras...esa puta mierda de Twilight...

miércoles, 7 de julio de 2010

Reconciliación

En las últimas fechas hemos vuelto a reencontrarnos con un amigo con el que hubo discrepancias, con el que la relación actual, por el momento, se antoja inviable, a despecho de ignorar su última hazaña que intuyo no será del todo mala, y no por ello debemos olvidar que otrora fue amigo y maestro, tutor y guía de nuestras incursiones en la vida adulta, de nuestras reflexiones balbucientes, nuestros desvelos románticos, de nuestra afirmación rotunda. Este amigo era, es, Woody Allen.
Él perdonó que con temeraria bisoñez diseccionara, o algo así, su obra en las páginas de V.O. hace más de década y media, ¿por qué no habría yo de indultarle por esos tropezones, resbalones, esas caídas escaleras a bajo en la mediocridad, la estulticia y el mal gusto que han sido "Vicky" (me niego a trancribir el título completo de consejería de turismo de semejante artefacto) y obras aledeñas?
"Anything Else", pese a no aportar nada nuevo, se beneficia de su buen hacer como guionista y sus impagables apariciones encarnado a un profesor paranoico que condesciende con la violencia más de lo que su débil figura podría hacer sospechar...